Las obras de construcción, que deben durar 20 meses, ya han comenzado y se espera que las unidades de convivencia puedan entrar a vivir en enero de 2026. El ICF ha otorgado un préstamo de 4,2 millones de euros que sirven para financiar las obras de construcción del edificio. El terreno del proyecto es una cesión por parte del Ayuntamiento de Barcelona y las viviendas son de entre 42 m² y 76 m².

En la calle Teresa Boronat i Fabra, 10, del barrio de Sant Andreu de Barcelona se empieza a levantar un edificio de 35 viviendas de protección oficial. El proyecto está impulsado por la Cooperativa de Vivienda la Regadera y se construye sobre un solar con una cesión de uso por parte del Ayuntamiento de Barcelona. El edificio tendrá 35 viviendas de entre 42 m² y 76 m², seis espacios comunitarios y un local de 60,50 m².
Las futuras residentes de este edificio son las socias de La Regadora SCCL, una cooperativa de vivienda en cesión de uso de autopromoción, formada por una comunidad diversa con el objetivo común de vivir en un entorno sostenible, inclusivo y cooperativo que opta por encontrar fórmulas no especulativas de acceso a la vivienda. Este proyecto no solo proporcionará un techo asequible, sino que también promoverá la convivencia y el apoyo mutuo entre sus habitantes, ofreciendo espacios comunes como una cocina comunitaria, una lavandería compartida, una biblioteca y otros usos aún por decidir, que fomentarán la interacción y la creación de una comunidad fuerte y unida.
Además, el edificio está diseñado con criterios de sostenibilidad y eficiencia energética, incluyendo materiales de bajo impacto ambiental como la madera y bloques de tierra compactada, que contribuyen a una vivienda más saludable y respetuosa con el medio ambiente.
Este es uno de los proyectos de vivienda protegida que el ICF está financiando para que pueda ser una realidad. En este caso, con una aportación de 4,2 millones de euros destinados a las obras de construcción del edificio. Para la banca pública de promoción de la Generalitat, el de la vivienda social es uno de sus principales ejes de actuación y donde está focalizando una parte relevante de su actividad.
El apoyo financiero del ICF se concreta a través de su línea ICF Vivienda Social Promoción, que está destinada a impulsar la construcción de viviendas de protección oficial de alquiler social. Esta línea goza de una bonificación del coste financiero por parte de la Agencia de la Vivienda de Cataluña.
La consejera delegada del ICF, Vanessa Servera afirma que "proyectos como el de La Regadera demuestran que otra manera de construir vivienda es posible y consolida el rol de la banca pública de promoción para hacerlos realidad". Durante el año pasado, el ICF ha puesto en el mercado nuevas viviendas, mediante la financiación para la reforma y para la construcción de pisos nuevos, y ha incrementado el parque público de vivienda social.
Para Servera, "contribuimos a hacer posible el derecho a la vivienda de la ciudadanía con nuestra finalidad de llenar un vacío de financiación que actualmente no cubren las instituciones financieras privadas". Durante 2023, hemos destinado 45,6 millones de euros y hemos hecho posible que 2.412 viviendas de alquiler social y asequible estén disponibles para personas y familias.
Por su parte, "desde La Regadera, nos sentimos profundamente agradecidas por la oportunidad de hacer realidad este proyecto, gracias al apoyo financiero del ICF. Esto representa un paso adelante hacia la consolidación de una alternativa residencial más justa y sostenible en San Andrés." "Esta iniciativa no solo nos permite ofrecer una vivienda asequible y de calidad a nuestras socias, sino que también nos da la oportunidad de demostrar que otro modelo de habitar es posible, basado en el apoyo mutuo, la cooperación y la sostenibilidad. Juntas, no solo estamos construyendo edificios, sino también comunidades fuertes e inclusivas", añaden.
Esta colaboración entre el ICF y La Regadera subraya la importancia de crear sinergias entre entidades financieras públicas y cooperativas de vivienda, con el objetivo de responder a las necesidades reales de la vivienda en nuestra ciudad. La visión compartida de fomentar un acceso más justo a la vivienda nos permite avanzar hacia un futuro donde todo el mundo tenga la posibilidad de vivir dignamente.
La construcción durará previsiblemente hasta principios de 2026 y tiene un presupuesto de cerca de 6,4 millones de euros.